Aprende a ser feliz

  Muchos sabios afirman que ser feliz es una decisión, y en parte es así. A menudo nos ahogamos por problemas que no lo son tanto, nos dejamos llevar por la angustia y el pesimismo, y no vemos las cosas buenas. La solución está en observarnos a nosotros mismos ante todo tipo de situación, desde la más cotidiana a la más conflictiva, y así cambiar nuestra reacción y comportamiento.

    Nuestra parte emocional y nuestra parte irracional están conectadas de tal forma que las emociones tienen mayor influencia sobre la razón que en el caso contrario. Por eso nos es tan complicado controlar nuestros pensamientos y emociones. Si nos hacen un comentario que no nos gusta, enseguida aparece el malestar sin que le hayamos dado permiso.
    La clave para ser feliz está en restarle importancia a las cosas. Debemos relajarnos y ser más "pasotas".

Escuchar a nuestro interior


Cuando nuestras palabras no acompañan a nuestros sentimientos, nuestro dialogo interior no es claro. No estamos siendo sinceros con nosotros ni con los demás. Esto, a menudo se debe a varias causas:
 
- Es difícil mirar hacia nuestro interior. Nos dejamos llevar por una sociedad consumista que nos ha enseñado a mirar hacia fuera, en lugar de centrarnos en nosotros y en lo que necesitamos.
 
- Huimos de nuestros miedos mirando hacia afuera.
 
- Dedicamos poco tiempo a la reflexión y al dialogo.
 
- Nos preocupamos demasiado por lo que opinen los demás. De esta forma dejamos de lado lo que de verdad queremos por miedo al rechazo.
 
Al tomar decisiones importantes, muchas veces hacemos lo contrario a lo que sentimos, ya sea por vergüenza, por aparentar lo que no somos o por miedo a ofender. Para evitar esto, es importante parar y escuchar nuestros miedos y nuestro corazón.
 
Ser sincero con uno mismo es una liberación, dejamos de ser alguien que no somos y tomamos consciencia de nuestra belleza y valía. Así, nuestras decisiones serán coherentes con nuestros valores.

Aprender a ser feliz

   Muchos sabios afirman que ser feliz es una decisión, y en parte es así. A menudo nos ahogamos por problemas que no lo son tanto, nos dejamos llevar por la angustia y el pesimismo, y no vemos las cosas buenas. La solución está en observarnos a nosotros mismos ante todo tipo de situación, desde la más cotidiana a la más conflictiva, y así cambiar nuestra reacción y comportamiento.

    Nuestra parte emocional y nuestra parte irracional están conectadas de tal forma que las emociones tienen mayor influencia sobre la razón que en el caso contrario. Por eso nos es tan complicado controlar nuestros pensamientos y emociones. Si nos hacen un comentario que no nos gusta, enseguida aparece el malestar sin que le hayamos dado permiso.
    La clave para ser feliz está en restarle importancia a las cosas. Debemos relajarnos y ser más "pasotas".